Gracias a un códice sumerio, sabemos que en el siglo III antes de Cristo, las damas ya se desnudaban sensualmente para excitar a sus parejas. Desde entonces, han llovido los trapos y obviamente
como en todo, estamos obligados a hacer mejor las cosas que nuestros antepasados.
Digamos lo cierto, las mujeres están programadas genéticamente para ponerse y quitarse prendas. Encima,
cuentan con un público de lo más agradecido: según se ha demostrado en
diferentes estudios, a los hombres el sexo nos entra por los ojos. Por
eso, hasta la mujer menos agraciada y más inexperta puede convertirse en una showgirl
de infarto si pone empeño y cumple estos ocho mandamientos, que les presentamos a continuación.
1. Luz tenue. La penumbra es como el Photoshop: disimula celulitis, granitos, estrías y todo tipo de imperfecciones humanas. Nos gustan las velas o la luz indirecta, un tono insinuante de media sombra, El filtro de color rojo tambien sirve para este efecto.
2. Música sugerente. Una chica que ponga el 'You can
leave your hat on' de Joe Cocker o el 'Private dancer' de Tina Turner
pierde varios puntos por el hecho de ser previsible. Preferimos cualquier hit
pop, bastante sensual. Pero, en caso de duda, el tema 'Feeling good' de Nina Simone nunca falla.
3. Lencería asesina. Como dice el dicho, “toda mujer que se precie debería invertir en un conjunto de lencería de encaje negro”. Tú sabes: sujetador, medias, liguero y braguitas. Para un striptease preferimos braguitas porque tapan más nalga y, a la hora de quitárselas, el impacto se duplica. Y si encima nos las tiran y están húmedas, el efecto se quintuplica.
4. Vestimenta. A más capas de ropa, más expectación (pero no por ello te vistas como esquimal). Por aquello de los contrastes, nos maravilla que la chica se vista en plan de mujer seria, con traje chaqueta y pelo recogido (que luego se soltará). Aunque también un disfraz de colegiala o azafata tampoco está nada mal. Eso sí, calzado con tacones de aguja y maquillada deliciosamente.
5. Movimiento sexy. La chica debe contonearse a ritmo de la música, mientras se toca a sí misma como a nosotros nos gustaría tocarla. Suavecito para arriba, suavecito para abajo (como dice la canción). Con una hipnótica danza precoital que nos haga salivar. Carmen Electra lo demuestra muy bien en su colección de videos 'Aerobic Striptease Workout' (Acá les dejamos el link).
6. Mirada sucia. Nos gusta que la mujer nos mire mientras se desnuda y baila. Que nos diga con los ojos que está ardiendo y que se mueve de esa manera porque nos desea tanto como a unos zapatos caros de diseñador. O casi de esta manera.
7. Silla caliente. A falta del clásico tubo, la silla es el mejor aliado de una showgirl de casa. No en vano, existen hasta talleres impartidos por expertas de sexy chair dance. En estos, la chica con sus movimientos, virtualmente hará el amor con la silla cuando ya esté en paños menores.
8. Roces estratégicos. La stripper ideal no se queda quieta y sabe dosificar fugaces roces en nuestros puntos débiles. Nos embriaga con su aroma y su presencia, pero no nos deja que la toquemos todavía. Es más, si nos ponemos como un pulpo (lo cual es casi seguro a menos que a tu chico le gusten las canciones de Locomía), no duden en atar nuestras garras con alguna de sus medias. Y para cerrar con broche de oro, el clásico, pero infalible lap dance.
8. Roces estratégicos. La stripper ideal no se queda quieta y sabe dosificar fugaces roces en nuestros puntos débiles. Nos embriaga con su aroma y su presencia, pero no nos deja que la toquemos todavía. Es más, si nos ponemos como un pulpo (lo cual es casi seguro a menos que a tu chico le gusten las canciones de Locomía), no duden en atar nuestras garras con alguna de sus medias. Y para cerrar con broche de oro, el clásico, pero infalible lap dance.
Y eso es todo, así de simple, sigue estos sabios consejos y harás a tu hombre tocar el cielo, sintiendo al tiempo quemarse en las llamas de tu infierno. Have fun!